Las primeras células madre de la pulpa dental fueron descubiertas y aisladas de muelas del juicio de adultos a principios de la pasada década. En el año 2003 se demostró que también había células madre en los dientes de leche de los niños y además se comprobó que éstas eran mas abundantes y con mayor capacidad de proliferación que las presentes en las muelas del juicio. 

Las células madre dentales se encuentran en la pulpa dental, un tejido vivo presente en el centro del diente y que está compuesto por unas células llamadas "odontoblastos". 

 

En un principio se usaron para reparar los daños dentales, pero en estudios posteriores se comprobó que también poseen la capacidad de diferenciarse en una amplia variedad de células y tipos de tejido, incluyendo las células neuronales, adipocitos, osteoblastos, condrocitos, músculo estriado y las propias células dentales. 

El descubrimiento de las células madre dentales  ha supuesto una revolución en el campo de la medicina regenerativa y tanto si se perdió la oportunidad de  guardar las células madre del cordón umbilical como si no, lo cierto es que las células madre de los dientes de leche ofrecen una gran oportunidad para asegurar el futuro de nuestros hijos.