El potencial terapéutico de las células madre es enorme. Algunos órganos o tejidos pueden sufrir daños debido a procesos traumáticos, patológicos o causados por hábitos de vida poco saludables. Aunque los trasplantes han supuesto un gran avance en medicina, todavía existe gran cantidad de personas que mueren a la espera de un trasplante. 

Y es que los trasplantes no están exentos de complicaciones y limitaciones importantes como la escasez de donantes o la posibilidad de rechazo del órgano trasplantado. 

 

Pero muchas de estas situaciones, en poco tiempo, podrán ser solucionadas gracias a las células madre. Con las células madre se pretende reparar los tejidos dañados utilizando mecanismos similares a los que el propio organismo usa para la renovación de las poblaciones celulares que van envejeciendo. Esto hace que las células madre mesenquimales obtenidas de la pulpa dental sean un blanco prometedor para su utilización como tratamiento para el propio paciente, evitando así complicaciones por rechazo.

 

"El almacenamiento de células madre sanas en la infancia puede ser de gran utilidad para la regeneración de tejidos dañados en un futuro"